Alimentación y salud

La importancia del agua en la alimentación del caballo
El agua es el elemento más importante en la alimentación del caballo, ya que su privación provoca consecuencias mucho más nefastas y a corto plazo que la privación de otros nutrientes.
Además, en el Blog de Pavo veremos como la calidad del agua es tan importante como su cantidad.
La cantidad de agua que necesita un caballo depende de la cantidad de agua perdida por orina, heces, sudor, respiración y leche.
Por norma general, un caballo que tenga agua de buena calidad y en cantidad suficiente beberá toda el agua que necesite para satisfacer sus necesidades metabólicas. Por eso, debe de suministrarse toda la que quiera y tenerla a su disposición de forma continua.
Solo hay un momento en el cual no se debe de permitir al caballo beber toda el agua que quiera, y es mientras su temperatura, respiraciones y pulsaciones sean muy altas tras un ejercicio intenso. Entonces es mejor permitir que solo beba una pequeña cantidad, continuar el enfriamiento y volver a posibilitar beber en pequeñas cantidades hasta que normalice la sed.
De qué depende la cantidad de agua necesaria para un caballo
Cantidad, tipo y calidad de alimento
La cantidad de agua necesaria aumenta a medida que aumenta la cantidad de materia seca que ingiere con el alimento. También se incrementa cuando aumenta la fibra, la proteína o la sal.
Condiciones ambientales: temperatura, humedad
Las necesidades crecen a medida que aumentan la temperatura y humedad.
Ejercicio que realiza: reposo, entrenamiento, competición
Estado fisiológico: preñez, lactación
Las necesidades aumentan a medida que la gestación avanza o que la producción de leche crece.
Estado de salud
Los animales con fiebre o diarrea, o con enfermedades como el Cushing necesitan beber más que los animales sanos.
Peso y estado corporal
Es obvio que la cantidad de agua necesaria para el suministro de una ganadería de Falabellas no será la misma que para una ganadería de Shires. Pero ya no es tan obvio que los animales delgados tienen más requerimientos que los que están obesos, ya que la grasa tiene menos porcentaje de agua.
Edad
Los potros lactantes también pueden necesitar agua a parte de la aportada en la leche materna, así que deben de tener libre acceso a ella. Tal vez el bebedero de su madre esté demasiado alto, ¡cuidado!
Los caballos senior pueden requerir más agua ya que su riñón comienza a funcionar un poco peor por una insuficiencia renal crónica ligada a la edad.
Cuando se produce menos ingesta de agua que la necesaria para compensar las pérdidas, el caballo sufre deshidratación. Esta se puede prevenir con pequeñas pautas y comprobaciones.
Calidad del agua del agua de bebida
No solo es importante la cantidad suministrada, sino mantener el agua fresca y limpia para evitar contagiar enfermedades y generar mal sabor.
Los sabores desagradables pueden hacer que los caballos se nieguen a beber a pesar de tener agua abundante y de apariencia limpia.
El agua estancada, por ejemplo, de bañeras, supone que las algas puedan crecer fácilmente. Ciertas algas no representan peligro, pero es imposible diferenciar las algas “buenas” de las algas azulverdosas o cianobacterias, que producen toxinas.
Por eso es mejor limpiar semanalmente los bebederos grandes, y eliminar las algas.
El virus de la rinoneumonitis equina persiste durante mucho tiempo (más de una semana) en aguas estancadas como las de los baldes, bañeras u otro tipo de bebederos comunitarios con mucha reserva de agua. Lo mismo sucede con otros microorganismos patógenos.
El mejor sistema para suministrar agua fresca y limpia son los bebederos automáticos, siempre que estén bien supervisados por si hay obstrucciones, roturas o cualquier otro problema que corte el suministro de agua.
¿Has analizado alguna vez el agua que beben tus caballos?
Si el agua proviene de la red de agua pública, estará controlada sanitariamente, pero si proviene de un pozo o arroyo, deberías de pedir a un laboratorio que la examine, pues puede contener sustancias nocivas en cantidades no aceptables para la salud del equino.
Los pozos pueden estar contaminados por las filtraciones de agua desde la superficie de la propia ganadería, que arrastra fertilizantes, microorganismos provenientes de los propios estiércoles, productos químicos que se usan en control de plagas, etc.
En ciertas zonas, la salinidad también puede ser un problema.
Las inundaciones o lluvias abundantes pueden traer residuos de la actividad humana desde zonas lejanas hasta el pozo de suministro de la ganadería, sobre todo estiércoles no controlados o fertilizantes.
En el caso de suministro de agua mediante arroyos, es fácil la llegada de leptospiras y giardias, provenientes de orina y heces de otros animales que habitan el cauce, que produzcan leptospirosis y diarreas.
Los arroyos también aumentan la presencia de mosquitos y, por lo tanto, las consecuencias de sus picaduras, como contagio de enfermedades o desarrollo de dermatitis alérgicas.
Los ríos son una fuente inestable de suministro porque el descenso de altura del agua durante la sequía puede convertirlos en inalcanzables desde la orilla; o reducir la superficie accesible, y que los caballos más dominantes impidan beber a los más bajos en el rango social. O pueden helarse con el frio del invierno; o convertirse en trampas de barro con las fluctuaciones.
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Alimentación y salud

Reconocer dónde localizar una cojera en el caballo: pruebas de estrés y bloqueos
La cojera en el caballo es la enfermedad más temida en el deporte ecuestre porque, incluso la más pequeña, supone un parón en el entrenamiento.
Conocer el lugar concreto de la lesión que produce la cojera no siempre es fácil, pero es fundamental a la hora de establecer un tratamiento y un protocolo de ejercicios para la recuperación.
En el Blog de Pavo hablaremos de dos de las pruebas que, aunque frecuentes, no se conocen lo suficiente.
Las cojeras se producen porque el caballo, al sentir dolor, cambia la mecánica de su movimiento en un intento de paliarlo. Si podemos influir sobre el grado de dolor en una determinada zona, aumentaremos o disminuiremos la cojera, lo que nos facilita su localización.
Las pruebas de las que vamos a hablar se basan en este fundamento, de modo que, como sabemos sobre qué zona actuamos, si existe o no variación de la intensidad de la cojera sabemos si hemos manipulado sobre la lesión.
Pruebas de flexión o estrés, ¿para qué?
Consisten en mantener cada articulación en flexión máxima aproximadamente un minuto.
Con esto conseguimos que cojeras imperceptibles se manifiesten, y pequeñas cojeras aumenten de grado, de modo que es más sencillo su diagnóstico.
En otras ocasiones no se producirán diferencias en la marcha antes y después de la prueba, lo que también dará información al veterinario.
¿Por qué se hacen pruebas de cojeras en dos tipos de terreno? ¿y en recto y círculos?
Movimiento en recto
Tu veterinario te pedirá que hagas caminar y trotar a tu caballo en línea recta y en círculos.
Para ello deberás trazar un recorrido recto, al paso primero y al trote después, intentando mantener una velocidad constante intermedia-baja y dejando la cabeza suelta para permitir al caballo que la mueva con libertad.
Intenta también que el caballo vaya recto para poder ver mejor la cojera. Al final de la recta bajarás de velocidad, harás un círculo al paso y volverás por el mismo camino. Ten en cuenta que el caballo está lesionado, por lo que deberás hacer un círculo lo más amplio posible para molestarle menos.
Deberás trotar delante del veterinario para que lo pueda ver totalmente por detrás cuando te alejes, y totalmente por delante cuando vuelvas. En esta posición se ven muy bien los desplazamientos fuera de la vertical, las asimetrías y los cabeceos al trote.
La siguiente recta la harás perpendicular al veterinario para que también pueda ver la longitud de los trancos y el posible cabeceo desde otro ángulo.
Movimientos en círculo
También moverás al caballo al paso y al trote en un círculo amplio y a las dos manos.
Cuando trabajas en círculo el peso del caballo se desplaza hacia el interior. De modo que, si la lesión está en una extremidad interior se marcará más la cojera porque dolerá más al tener más peso en esa zona. Si la lesión está en una extremidad exterior la cojera será menor porque se aliviará el dolor al cargar más el peso en el otro lado del cuerpo.
Cuando cambias y das cuerda a la otra mano sucederá lo contrario.
Es muy importante que la persona que da cuerda sea igual de hábil al dar cuerda a una mano y a la otra para influir lo menos posible en el equilibrio del caballo.
Superficies duras y blandas
La observación en movimiento se hará en dos tipos de superficies:
Dura
Si fuese posible una superficie de goma dura y no deslizante, sería ideal. Como no es frecuente tener este tipo de pistas cerca de la cuadra, el hormigón o el asfalto resultará útil.
Blanda
Es fácil de encontrar pues la arena o el geotextil de las pistas de entreno o competición son perfectas.
Se hace en estos dos tipos de superficies, dura y blanda, pues según el tipo las cojeras se manifestarán mejor en una superficie u otra.
Bloqueo de las ramas nerviosas
Después de las pruebas anteriores ya tenemos localizada la extremidad afectada y la posible zona de la lesión.
Ahora el veterinario colocará una pequeña cantidad de anestesia local en las zonas pertinentes para bloquear un determinado nervio.
Cuando el nervio se bloquea, el dolor desaparece en la región que inerva desde la zona de la inyección hacia distal (hacia abajo). Por eso hay que empezar en las zonas más bajas.
En cuanto la anestesia hace efecto se vuelve a hacer trotar al caballo. Si la lesión está en esa zona (le llamaremos zona 1), el caballo dejará de cojear al desaparecer el dolor. Si la cojera no desaparece se procede al siguiente bloqueo nervioso de una zona superior. Si en este caso deja de cojear ya sabemos que la lesión está en los tejidos que inerva el nervio bloqueado entre la zona de la segunda inyección de anestésico pero descartando la zona 1.
Si los bloqueos se hiciesen empezando por las partes altas no sabríamos si la lesión está en la zona 2 o en la zona 1 porque el nervio se “duerme” desde la zona de la inyección hasta abajo del todo de la extremidad.
Como puedes ver la segunda técnica debe ser aplicada por un veterinario y la primera, aunque la podemos hacer todos, hay que ser muy expertos para poder ver el resultado.
Cada vez que realizas la flexión forzada o haces trotar a tu caballo lesionado estás “machacando” la articulación lesionada, así que cuantas menos manos intenten realizar un diagnóstico, mucho mejor. Tu caballo no sufrirá dolor innecesario.
Permite que tu caballo solo sea explorado por manos expertas.
Estas alteraciones de la marcha producidas por dolor no se deben de confundir con las cojeras por problemas neurológicos, de origen completamente diferente y por tanto con protocolos de diagnóstico diferentes.
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Alimentación y salud

Artrosis en las articulaciones del caballo
Mi caballo tiene mal las articulaciones, ¿qué quiere decir eso?, ¿qué tiene?
En el Blog de Pavo tenemos como invitado a José Carlos Díaz Carrera, veterinario especialista en medicina deportiva equina, que nos hablará de la artrosis del caballo, y nos aclarará que no todo lo que sucede en las articulaciones es lo mismo.
José Carlos, ¿cómo diferenciamos artrosis, artritis, osteoartrosis, osteocondrosis...? Son términos muy parecidos y crean confusiones
La artritis es un proceso inflamatorio, sobre todo, de la membrana sinovial. Es un proceso que, tratado a tiempo, tiene cura.
En la osteoartrosis o artrosis hay un daño estructural, sobre todo, del cartílago. Es una lesión degenerativa crónica que permanece en el tiempo, pero con tratamiento podemos paliar los síntomas (dolor) y ralentizar su evolución.
La osteocondrosis (OC) es un fallo en el proceso de osificación del hueso que está a nivel de la articulación y sucede en el periodo de crecimiento del potro, y este incluye el periodo en el que el feto está todavía en el útero, por eso es tan importante la alimentación de la madre para que un potro no tenga OC. Cuando en el proceso de osificación se suelta un fragmento (chip), se habla de osteocondrosis disecante (OCD). Si en lugar de liberarse un fragmento, lo que ocurre es que aparece un “hueco”, hablamos de quistes óseos subcondrales.
Es un resumen muy básico, pero que tiene las principales diferencias.
Síntomas de la artrosis en el caballo
El principal síntoma que un propietario puede observar en su caballo es el dolor. Este dolor siempre se traduce en una cojera.
Si nosotros hacemos una evaluación temprana de un animal y detectamos signos clínicos que nos puedan estar indicando que empieza algún tipo de problema, tenemos métodos de diagnóstico por imagen gracias a los cuales podemos adelantarnos a que aparezcan síntomas más graves y empezar a tratar una artrosis en un grado bajo. Porque tratar una artrosis cuando realmente empieza va a ser mucho más efectivo que cuando el dolor es más evidente y cuando realmente el daño articular es muy importante.
Por eso, es muy importante que todos los caballos tengan revisiones periódicas por su veterinario y sobre todo lo que es importantísimo es que cualquier caballo que haga una mínima actividad física, exactamente igual que cualquier deportista de humana hace revisiones médicas, el veterinario periódicamente debe de revisar a nuestro caballo de deporte búscame radiográfico rutinario sin esperar a que duela para poder adelantarte entonces
¿Significa esto que ese examen rutinario ya incluiría radiografías? No necesariamente. Si el caballo tras su examen clínico no muestra ningún tipo de dolor, y en definitiva, el resultado es bueno, no necesitamos hacer radiografías.
Pero sí que es obligatorio el examen radiológico en el momento que tenemos la más mínima sospecha de un problema articular.
Cualquier articulación puede sufrir artrosis, pero obviamente hay articulaciones en las que es más común.
Por ejemplo, si nos centramos en los miembros anteriores del caballo, pues las articulaciones distales son las más afectadas. Como, por ejemplo, puede ser la articulación interfalangiana distal, que es la articulación de la corona del casco. También es frecuente en la articulación del menudillo.
En los posteriores puede afectarse la articulación del corvejón, que es lo que se conoce en el mundo del caballo como esparaván.
Por lo tanto, todo propietario tiene que vigilar estos puntos clave, porque el tiempo es fundamental. Nosotros podemos diagnosticarla antes y podemos tratarla antes la integridad articular y el bienestar de nuestros caballos siempre van a ser mucho más mucho más largos al ser
A veces el dolor es en ambos miembros anteriores o posteriores, y el propietario aprecia que el caballo comienza lento el trabajo, pero después de calentar ya trabaja bien. No es vago, lo que ocurre es que le duele en ambas extremidades cuando comienza a moverse, y tras calentar, el dolor se mitiga (si el proceso es leve). Otras veces, el dolor sigue, pero el caballo compensa la alteración de un pie con otro pie y no vemos la cojera.
Otras veces, y es un punto que vigilar para detectar esa artrosis de modo precoz, es que el caballo baja de rendimiento sin causa aparente.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de artrosis en el caballo?
La artrosis puede comenzar por múltiples causas. Entre ellas, por una herida que alcance la articulación. Entonces esa artrosis evoluciona desde lo que se llama una artritis séptica.
Puede tener también origen en un golpe, en una fractura que sea periarticular.
Pero, sobre todo, la principal causa es una sobrecarga mecánica, que es la que acaba desencadenando ese primer estadio inflamatorio articular, que con el avance del tiempo genera la artrosis. Lo que tenemos que hacer es diagnosticar cuanto antes, tratar la parte inflamatoria, que sí tiene tratamiento, y tratar de mantener esa articulación lo más sana posible durante el máximo tiempo posible, ya que la lesión de artrosis no se recupera, no hay vuelta atrás, pero sí que podemos ralentizar su evolución y mitigar los síntomas, como pueden ser el dolor.
El sobrepeso o la deficiencia alimentaria son otras de las causas de artrosis, es decir, una dieta inadecuada va a acelerar el proceso. Por eso, una dieta bien balanceada es muy importante tanto en la prevención como en el tratamiento.
¿Se puede ralentizar la artrosis en los caballos mayores?
Cuando ya son mayores, lo que podemos hacer es intentar ralentizar la progresión de esa artrosis, minimizar los problemas de salud que esa artrosis nos puede acarrear.
Hay muchísimos tratamientos médicos dentro del mercado, pero sin ser medicación, es muy importante la alimentación. Si ya es importante a todas las edades, en los caballos mayores aún más. Es importantísimo que su alimentación esté acorde con su edad y esté acorde con su estado físico.
¿Cuál es el tratamiento de la artrosis?
Siempre tiene que ir encaminado a la mejora de signos clínicos, es decir, a evitar el dolor y al “mantenimiento”, dentro de lo que cabe, de la integridad articular durante el máximo tiempo posible, es decir, a ralentizar el proceso.
Tenemos muchos tipos de tratamientos que debemos combinar según cada caso individual.
Hay tratamientos intraarticulares. Todo el mundo conoce las infiltraciones. Hay otros tratamientos sistémicos como distintos tipos de antiinflamatorios y analgésicos, distintos medicamentos que pueden mejorar la perfusión del hueso subcondral, medicamentos que modulan los procesos fisiológicos que ocurren dentro de la articulación, distintos tipos de suplementos vitamínicos-minerales para que ese hueso realmente tenga todo lo que necesite para poder luchar contra este problema inflamatorio crónico.
Entonces, ¿los suplementos para las articulaciones y la alimentación correcta realmente funcionan para la artrosis?
Te lo puedo garantizar. Y en animales deportivos es fundamental. Un caballo en la naturaleza vive con agua y pasto, pero un caballo en la naturaleza no está saltando 1,40m o corriendo 120 km en raid. Un caballo deportivo necesita una alimentación específica y un equilibrio vitamínico- mineral muy preciso.
Los caballos con artrosis, ¿deben de hacer ejercicio?
Los caballos con artrosis deberían hacer ejercicio de manera controlada dependiendo de su situación y tener una rehabilitación dirigida. En el caso de no poder hacerse esto, lo mejor es tenerlo en un campo.
Lo que no podemos contemplar bajo ningún concepto es que un caballo con artrosis esté encerrado en un box.
La actividad física moderada va a ralentizar esos procesos degenerativos porque se favorecen procesos que ayudan. Con ejercicio moderado, la musculatura sigue estando activa y se desarrolla un tono muscular que nos va a ayudar a que esos dolores articulares sean menores.
Cuánto ayuda la cirugía a la artrosis
En el caso de una osteoartrosis ya instaurada, cuya causa no puede ser eliminada por cirugía, poco tiene que aportar. Sí funcionaría en procesos como los que hemos comentado antes de OC, cuando hay un fragmento, o con un quiste subcondral. En estos casos la resolución quirúrgica de estos procesos es muy importante porque si no se solucionan, los propios fragmentos o quistes serían causantes de artrosis con el tiempo.
Invitado en el blog de Piensos Pavo
José Carlos Díaz Carrera
Veterinario equino
Licenciado en facultad de veterinaria de Cáceres
Internado en la unidad de medicina interna y cirugía de la universidad veterinaria de Cáceres
Máster especialización en clínica equina
Post grado en cirugía equina en la UAB
Máster de medicina deportiva equina de la UCO
Doctorando en medicina deportiva equina en el CEMEDE UCO y miembro del grupo de investigación
Veterinario colaborador del servicio de diagnóstico por imagen de la universidad de Cáceres
Gerente de la empresa Biovet consulting Sl
Director de los proyectos Biovet Medicina deportiva equina y Biovet academy
Veterinario equino ambulante dedicado a la medicina deportiva equina
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Alimentación y salud
Cambios de comportamiento en el caballo senior
Si piensas esto: “Mi caballo está mayor, ya no es el mismo, pero es normal, ya tiene 18 años”, entonces, necesitas leer este post.
En el Blog de Pavo hablaremos de los cambios de comportamiento del caballo sénior para que veas que la mayoría de ellos se pueden evitar o ralentizar.
Problemas para tumbarse y falta de sueño reparador
Los caballos mayores desarrollan artrosis en las articulaciones, lo que les dificulta tumbarse, pero sobre todo levantarse. De modo que suelen tumbarse menos.
Sabemos que el caballo necesita estar tumbado para poder desarrollar la fase de sueño REM. Los caballos que no se tumban no pueden realizar el descanso completo y reparador que les proporciona esa fase REM, de modo que, en un periodo de tiempo de tan solo unos días sin tumbarse, el caballo entra en privación de sueño con todas sus consecuencias.
Estas son variadas, y van desde simplemente estar más cansado y rendir menos hasta caerse por alcanzar la fase REM estando en pie. En esta fase REM los músculos pierden tonicidad y el caballo literalmente se desploma. En ese momento, despierta e intenta reincorporarse, pero a veces es demasiado tarde y se lesionan al golpearse contra algún objeto o contra el suelo, apareciendo lesiones y heridas que parecen inexplicables o que atribuimos a peleas.
De modo que el problema de no tumbarse es una cuestión de salud. Deberemos facilitar que el caballo pueda tumbarse evitando suelos resbaladizos y que, además, descanse bien en una buena cama, para que las pocas veces que se tumbe le proporcionen ese descanso reparador.
Debemos también llamar al veterinario para que haga un chequeo en busca del origen del dolor y establezca un tratamiento contra la artrosis.
Casi seguro que como parte del tratamiento incluirá suplementos para las articulaciones que ralenticen el proceso. En Pavo, tenemos el suplemento Pavo Mobility, específico para estos casos.
Menor actividad
La artrosis que comentábamos produce dolor, así que el caballo intenta moverse lo menos posible. Esto, en un box, ni lo notamos. Estar en un box, además, es contraproducente, porque a la artrosis le viene bien el ejercicio suave. Un caballo mayor nunca debe de estar en un box.
Además de la artrosis, los caballos mayores sufren cierta atrofia muscular, lo que les hace moverse menos, lo que, a su vez, favorece la artrosis. Y entramos en un círculo vicioso. Esa atrofia muscular es otro motivo por el cual los caballos mayores deben de hacer ejercicio ligero.
La atrofia muscular forma parte de la evolución por la edad, pero también es debida a la menor capacidad de digestión y absorción de la proteína de la dieta que se produce en los mayores. Esto es fácil de compensar con alimentos especiales para caballos sénior, como Pavo 18Plus que, además de ese aumento de proteína, tiene otros componentes necesarios en el caballo mayor.
Tienes más información sobre esto en el post Alimentación del caballo de edad avanzada o senior de nuestro blog.
Cambios a la hora de comer y beber
Los caballos mayores suelen tener más problemas en los dientes o incluso les falta alguna pieza dentaria. Cuando tienen estos problemas, la masticación les cuesta mucho y vemos como enredan y juegan con la comida (eso parece) porque triturar se convierte en un proceso lento y doloroso.
Buscan la solución tragando la comida sin masticar y acaban el pienso rápidamente. El caso del forraje es diferente: son fibras largas. Para tragarlas no les queda más remedio que partirlas, de modo que masticar se convierte en un suplicio y les toma mucho tiempo.
Cuidado con los caballos que toman la comida sin masticar porque puede producir obstrucciones esofágicas.
La falta de masticación y de salivación hace que la digestión sea incompleta. Si además está en manada, comer lento significa que los más rápidos acaban con la comida y la ingesta total del caballo sénior es menor.
Comer menos cantidad y hacer mal la digestión solo conducen a que el caballo adelgace.
A veces, incluso podemos pensar que pasta más que los demás porque debido a la poca eficiencia de la masticación tiene que estar comiendo continuamente, mientras los demás, que están saciados, pasan tiempo sesteando, jugando o interaccionando.
Otro cambio, difícil de ver, es que renuncian a beber agua fría por el dolor de dientes o, aunque no renuncien al agua por la sed que tienen, beben menos. Así que cuidado con el agua en invierno.
Cambios de comportamiento social
Se vuelven ariscos, agresivos o, todo lo contrario, apáticos y ausentes.
Los caballos eran “presas”, es decir, si manifestaban dolor o problemas, se convertían en objetivo de los depredadores, así que, en su evolución, ocultar el dolor es una técnica de supervivencia. Por eso, cuando un caballo ya tiene claros síntomas de dolor, el proceso o la enfermedad está avanzada.
Para captar los primeros síntomas de dolor deberemos fijarnos en pequeños cambios de comportamiento.
Los caballos mayores se vuelven más agresivos para que no los toques o no los muevas, o, al revés, apagados, estoicos, neutralizados, como ausentes.
Son caballos que solían trotar para ir a recibirte, pero ahora o van despacio o no van.
Otro comportamiento para observar es que han descendido de posición jerárquica en la manada.
Como puedes ver, casi todos los cambios tienen su origen en el dolor por diferentes causas. Por eso, tenemos que estar atentos a cambios de comportamiento porque muchas veces son el único y primer síntoma de dolor.
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Alimentación y salud
Caballos sénior activos en el deporte y en la vida
Hasta hace poco, referirse a un caballo de más de 18 años era hablar de un caballo con limitadas capacidades para el trabajo y la monta, que “ya no está para muchos trotes”, y que terminaría sus días, con suerte, en un prado de descanso.
Hoy en día, con mejores cuidados, un entrenamiento más equilibrado y una mejor alimentación, ser sénior ya no significa estar mayor.
En el Blog de Pavo hablaremos de los caballos sénior que todavía están en perfecta condición física y de cómo hacer para que eso suceda. Sí, cómo conseguir un caballo SexySenior.
Un sénior ya sabe
Los caballos de edad avanzada no necesitan invertir tiempo en aprender, ese tiempo va dedicado a descansar. Por lo tanto, el entrenamiento consiste en mantenerlos en forma física y no en ejercicios repetitivos de algo que ya conoce y que desmotivaría su mente.
Repite menos, motiva más. Existen multitud de ejercicios para mantenerlos en forma sin necesidad de aburrirlos.
Cuando un caballo se retira no debe de desaparecer del mundo
Cada caballo es único y, en edades sénior, las diferencias entre caballos todavía son mayores. Por lo tanto, cada caballo debe de ser revisado individualmente y el equipo formado por el propietario, veterinario, dentista y herrador (y otros) debe de estar más implicado en el caballo sénior que cuando era joven, y no al revés. Parece que cuando un caballo se retira desaparece del mundo y no es así, más ojos deben de vigilarlo.
Y esto es válido para un caballo de élite y para un caballo de ocio. Un caballo de élite debería tener mozo, veterinario, dentista, herrador, fisioterapeuta, etc., los profesionales que necesite, pero el caballo de ocio también. La comunicación entre las diferentes partes del equipo será la que lleve a que un caballo senior siga activo de forma natural a una edad avanzada.
Un caballo sénior activo se gesta en su edad adulta
Que un caballo sénior esté en un estado de salud y fortaleza física y mental no comienza a esas edades, es el resultado de un entrenamiento y competición equilibrado en años anteriores. Cuando se quieren resultados deportivos pronto, seguramente se consigan, pero se pagará un precio a largo plazo.
Caballos que muestran un gran potencial siendo jóvenes pueden rendir estupendamente de cabeza y corazón, pero su sistema esquelético y muscular puede no estar preparado para ello. Frases como “lo da todo” son buenas y malas. Si el piloto no sabe gestionar y distribuir el trabajo y el nivel de competición a la edad, ese “lo da todo” puede ser pan para hoy y hambre para mañana, y a los 10 años tener caballos completamente “quemados de cuerpo y de alma”.
No hay trucos para conseguir que un caballo sénior siga compitiendo, se trata de regular y adaptar su entrenamiento, competición y cuidados a su edad, estado fisiológico y requerimientos de energía.
Tenemos que hacer el ejercicio de imaginarnos que un caballo tuviese unas capacidades a consumir limitadas, y no más. Es el jinete o entrenador el que debe elegir si las consume al principio o a lo largo de la vida del animal.
Ejercicio regular y moderado, mejor que descanso total
Los caballos mayores no deben de detener su ejercicio totalmente ni retirarse a prados de descanso donde no hagan nada. Un ejercicio regular y moderado mantiene mejor a un caballo retirado que si solamente está en el pasto.
No dejes de hacer ejercicio con tu caballo sénior. Mantener activo el caballo significa fuerza muscular y, por tanto, que no aparezca el agotamiento fibrilar que hace que los músculos del core dejen de actuar y aparezcan lesiones de dorso.
Puntos especiales en los caballos de edad avanzada
En muchos caballos mayores habrá que calentar muy bien y más tiempo, y vigilar los problemas de dorso y de artritis y artrosis.
Tendrás que hacer más ejercicios para fortalecer el core que cuando era joven, y usar suplementos que aporten los nutrientes que tengan efecto positivo en el cartílago, líquido sinovial, cápsula articular y ligamentos, como es el caso de Pavo Mobility.
También es importante vigilar el sistema endocrino, pues enfermedades metabólicas como el Cushing pueden aparecer silenciosamente a estas edades.
Otro punto delicado es la boca. Tras años de crecimiento y desgaste continuo, los problemas en los dientes pueden multiplicarse. Por ello, deben de revisarse mucho más frecuentemente.
Alimentación adecuada a la edad y condición corporal
Con la edad, la digestión efectiva de algunos nutrientes disminuye, por lo que debemos de preocuparnos de que el pienso aporte un extra de algunos de ellos, pero, aunque parezca paradójico, otros deben de disminuirse.
Los caballos mayores necesitan más proteína y menos azúcares y almidón.
Los minerales, vitaminas y ácidos grasos omega 3 y omega 6 deben de suministrarse en cantidad suficiente y con las proporciones adecuadas.
Nuestro Pavo 18Plus cumple todas las condiciones para tener correctamente alimentado a un caballo sénior (mayor de 18 años) todavía activo.
De este tema hemos hablado ampliamente en el post del blog Alimentación del caballo de edad avanzada o senior.
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Alimentación y salud
¿Cuál es el mejor forraje para caballos? Cantidad, calidad y consejos clave
Ver a un caballo pastando es una imagen de serenidad, pero para él no es solo placer: es una necesidad nutricional y mental.
En el blog de Pavo abordamos en profundidad el papel del forraje en la dieta del caballo, su valor nutricional, su impacto en la salud intestinal, el equilibrio psicológico y cómo elegir el mejor tipo según cada caso.
¿Qué es el forraje y por qué es tan importante?
El forraje es la parte vegetativa de las plantas que pueden consumir los caballos. Puede ofrecerse en fresco (hierba del campo) o conservarse mediante secado (heno), fermentación (henolaje) o deshidratación. Supone la base de la alimentación del caballo y debe representar al menos un 70-80% % de su dieta total.
No solo aporta energía, fibra y nutrientes, sino que también contribuye al bienestar del caballo, ayudando a prevenir trastornos digestivos y vicios de cuadra.
Funciones del forraje en la dieta del caballo
Aporte nutricional
El forraje aporta energía, fibra, proteínas, vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales. Su calidad influye directamente en la dieta total del caballo, por lo que debe analizarse con cuidado.
Salud digestiva
La fermentación de la fibra en el intestino grueso por parte de la microbiota es esencial para la digestión. Si el forraje es adecuado y se combina correctamente con el pienso, se evitan alteraciones intestinales que pueden provocar diarreas, cólicos o laminitis.
Equilibrio mental, mejor comportamiento y bienestar
Los caballos necesitan masticar durante muchas horas al día. El forraje, al tener un volumen alto y requerir masticación prolongada, ayuda a mantenerlos entretenidos, a desgastar los dientes correctamente y a prevenir estereotipias.
Tipos de forraje para caballos: características y usos
Heno
El heno es forraje seco, obtenido tras segar y conservar plantas mediante deshidratación natural o mecánica. Puede provenir de gramíneas, leguminosas o mezclas, y su calidad depende del momento de corte, del secado, del almacenamiento y de la proporción entre hojas y tallos.
Tipos de heno de leguminosas
Los henos de leguminosas, como la alfalfa o el trébol, destacan por su alto contenido en proteína, calcio y energía. Son ideales en dietas específicas, pero deben usarse con precaución para evitar desequilibrios.
Heno de alfalfa (Medicago sativa)
El más conocido y utilizado.
Muy rico en proteína (hasta un 18–20 %), calcio y energía.
Ideal para caballos en crecimiento, yeguas lactantes o caballos con bajo peso.
No debe usarse como único forraje, ya que su exceso puede desequilibrar la dieta.
Muy palatable, suele mezclarse con heno de gramíneas.
Si quieres saber más sobre la alfalfa te recomendamos nuestro post del blog La alfalfa como alimento para caballos.
Heno de veza (Vicia sativa o Vicia villosa)
Más suave que la alfalfa, con menor contenido en proteína.
Muy utilizado en mezclas con avena o gramíneas.
Buena opción para enriquecer henos más pobres o secos.
Puede contener más fibra digestible que la alfalfa.
Heno de trébol rojo (Trifolium pratense)
Rico en proteína y calcio, aunque algo menos energético que la alfalfa.
Requiere secado cuidadoso para evitar riesgos de mohos.
Beneficioso para la microbiota intestinal si se usa en cantidades moderadas.
Heno de trébol blanco (Trifolium repens)
De menor tamaño y rendimiento que el trébol rojo.
Habitual en praderas mixtas, no suele cultivarse como heno único.
Aporta variedad en mezclas de forrajes.
Consideraciones sobre los henos de leguminosas
Son más nutritivos, pero también más concentrados. No deben superar un tercio del total de forraje diario.
No se recomiendan en exceso en caballos con problemas renales, metabólicos o baja exigencia nutricional.
Es aconsejable mezclarlos con henos de gramíneas para equilibrar la dieta.
Tipos de heno de gramíneas
Los henos de gramíneas tienen un perfil nutricional más equilibrado y menos “concentrado”. Son ricos en fibra, con contenido de normal a moderado de proteína y energía, lo que los hace adecuados para la mayoría de los caballos.
Heno de festuca (Festuca arundinacea)
Fibra larga, buena palatabilidad.
Contenido moderado en proteína.
Bien tolerado por la mayoría de los caballos.
Puede contener más lignina si se cosecha tarde.
Heno de dactilo (Dactylis glomerata)
Muy popular por su digestibilidad.
Rico en fibra digestible.
Buena opción para caballos con requerimientos energéticos medios.
Puede presentar tallos duros si se cosecha maduro.
Heno de ray-grass (Lolium perenne o multiflorum)
Palatable y con buena calidad nutricional.
Común en praderas mixtas.
Aporta niveles aceptables de proteína.
Puede contener más azúcares solubles, lo que debe vigilarse en caballos con riesgo metabólico.
Heno de fleo o timothy (Phleum pratense)
Muy valorado en países anglosajones, cada vez más frecuente en España.
Alta calidad, digestibilidad excelente, aroma suave.
Bajo en azúcares, ideal para caballos con laminitis o síndrome metabólico.
Precio más elevado, sobre todo si es importado.
Heno de bromo (Bromus inermis)
Textura agradable y perfil nutricional equilibrado.
Poco común en España, pero presente en algunas mezclas.
Bien aceptado por los caballos.
Heno de avena (Avena sativa)
Aunque es un cereal, se incluye a menudo como gramínea.
Menos fibroso, más energético.
Puede incluir espigas, lo que eleva el contenido de almidón.
Más recomendable como complemento que como forraje base.
Henos de pradera
Los henos de pradera son mezclas naturales o cultivadas de gramíneas y, en ocasiones, leguminosas como trébol o alfalfa. Cuando se habla de "heno" en general, suele referirse a este tipo.
Mejoran la calidad nutricional y la palatabilidad.
Su valor depende del momento de siega, la proporción hoja-tallo y el secado.
Las hojas aportan más nutrientes, mientras que los tallos son más ricos en fibra no digestible.
Otros tipos de forraje y complementos
Hierba verde
La hierba fresca contiene un alto porcentaje de agua y es muy digestible. Sin embargo, no siempre es suficiente como única fuente de alimento, no solo por la cantidad, sino por la calidad.
Se necesitan más de 70 kg diarios para un caballo de 500 kg.
Requiere una excelente gestión del prado.
Suele combinarse con otros forrajes y pienso para cubrir las necesidades nutricionales.
Henolaje
Es un forraje fermentado con alta humedad y bajo contenido de polvo, ideal para caballos con problemas respiratorios.
Su elaboración y conservación deben ser rigurosas.
Una vez abierto, debe consumirse rápidamente.
Pulpa de remolacha
Aunque no es forraje propiamente dicho, se considera una “superfibra”:
Alta digestibilidad (80 %).
Aporta energía sin almidón, evitando excitación.
No debe usarse como fuente única de fibra.
Tienes más información en La pulpa de remolacha: una superfibra.
Paja
La paja es muy pobre en nutrientes y contiene mucha lignina, no digestible:
Bajo valor nutricional.
Alto riesgo de impactaciones intestinales.
No se recomienda como alimento, aunque puede estar presente como cama.
IMPORTANTE:
Si un caballo está alimentado solo a base de forraje, habrá que suministrarle un suplemento que equilibre sus carencias. Se llaman equilibradores de forraje. Los nuestros son Pavo Vital (suplemento granulado) o Pavo DailyFit (suplemento en forma de tabletas).
Fibra: la clave invisible del forraje
¿Qué es la fibra?
Es una forma de carbohidrato estructural presente en las paredes celulares de las plantas. Hay dos tipos:
Fibra digestible: puede fermentarse en el intestino grueso gracias a la microbiota para generar energía en forma de ácidos grasos volátiles.
Fibra no digestible: no se puede fermentar, pero ayuda al tránsito intestinal.
Beneficios de la fibra en la dieta
Mantiene una microbiota intestinal sana.
Aporta energía de liberación lenta sin excitar al caballo.
Actúa como reservorio de agua en el intestino.
Estimula la masticación, la salivación y el desgaste dental.
Reduce el riesgo de úlceras gástricas.
¿Cuánto forraje debe comer un caballo?
La cantidad de forraje mínima recomendada es de 1,5 % del peso del caballo en materia seca. Pero hay que tener en cuenta que el forraje no está completamente seco, ya que contiene algo de humedad. Solo un 10% en los henos, pero te puedes imaginar la gran cantidad de agua que tiene la hierba verde.
¿Qué significa esto en la práctica?
Para un caballo de 500 kg de peso:
Necesita un mínimo de 7,5 kg de forraje en materia seca.
Como el heno tiene aproximadamente un 10 % de agua, esto equivale a un mínimo de 8,3 kg de heno real.
Una regla práctica: la “regla del x2” para henos.
Para no complicarte con cálculos, puedes usar esta regla rápida:
Multiplica por 2 el número de centenas del peso del caballo.
Por ejemplo:
Un caballo de 500 kg → 5 x 2 = 10 kg de heno al día.
Cómo mejorar la calidad del forraje
A veces el forraje disponible no es suficiente o no tiene la calidad deseada. En esos casos, se pueden usar complementos o sustitutivos:
Sustitutivos del forraje de Piensos Pavo
Pavo FibreBeet: mezcla de alfalfa y pulpa de remolacha. Mejora la calidad del forraje base.
Pavo SpeediBeet : pulpa de remolacha de alta digestibilidad ala que se le ha retirado el azúcar.
Pavo FibreNuggets: forraje prensado de alta calidad para rehidratar
Pavo FibreNuggets Hard: forraje prensado de alta calidad. No necesita rehidratar.
Pavo DailyPlus: mezcla rica en fibras largas que estimula la masticación.
Pavo SeniorFibre: para caballos mayores o con problemas dentales.
Pavo WeightLift: ideal para caballos con bajo peso o entrenamientos exigentes.
Elegir el mejor forraje para cada caballo
No existe un único “mejor forraje”. Todo depende de las características del caballo:
Yeguas gestantes o lactantes: necesitan más proteína y calcio → incluir alfalfa.
Caballos con asma: henolaje o forrajes sin polvo.
Caballos nerviosos: evitar almidón, preferir superfibras.
Potros en crecimiento: alto valor nutritivo y buen equilibrio calcio-fósforo.
Caballos en mantenimiento: heno de buena calidad es suficiente.
Caballos mayores: forrajes fáciles de masticar y digerir.
Conclusión: sin buen forraje, no hay buena dieta
El forraje no es solo un relleno. Es la base sobre la que se construye una dieta equina equilibrada, segura y adaptada a las necesidades del caballo. Elegir bien el tipo, la calidad y la cantidad marca la diferencia en la salud, el rendimiento y el bienestar del animal.
Si el forraje disponible no es suficiente, recuerda que puedes mejorar la dieta con ayuda de sustitutivos específicos. En Piensos Pavo disponemos de una gama adaptada a cada situación. Porque cada caballo merece su forraje adecuado.