Entrevista con Quim Clotet, veterinario y especialista en nutrición equina
En el mundo ecuestre circulan muchas ideas erróneas sobre la proteína en la dieta del caballo. ¿Realmente “calienta” al caballo? ¿Produce osteocondrosis? ¿Más proteína siempre es mejor?
En el Blog de Pavo hablamos con Quim Clotet*, veterinario nutricionista equino, para desmontar mitos y aportar luz sobre uno de los nutrientes más importantes e incomprendidos en la alimentación equina.
Quim, empecemos con una afirmación habitual: ¿una dieta alta en proteína puede causar osteocondrosis?
Este es uno de los mitos más persistentes. La osteocondrosis (OCD) es una enfermedad multifactorial, y durante años se pensó que una dieta rica en proteína podía ser un factor desencadenante. Sin embargo, la evidencia científica no lo respalda.
En un estudio** que se realizó sobre 30 potros se vio que la incidencia de lesiones de OCD en los potros alimentados con una dieta alta en proteína no fue significativamente diferente de la de los potros de control, que recibían una dieta óptima recomendada por la NRC (organismo que estudia las necesidades nutricionales de caballos y otras especies). Sin embargo, el número de lesiones histológicas de OCD fue significativamente mayor en los potros con dieta alta en energía que en el grupo de control.
Por lo tanto, podemos ver que la osteocondrosis del caballo está relacionada con dietas altas en energía, y no con dietas altas en proteína.
¿La proteína es una fuente principal de energía?
La proteína produce energía cuando se metaboliza, es verdad, pero hay que distinguir qué tipo de energía se liberará. Si lo que te interesa es energía que se transforme en movimiento has de saber que la proteína es muy ineficiente en este caso porque casi toda la energía que se libera lo hace en forma de calor.
La proteína contribuye de forma muy ligera a la producción de energía debido a que caballo precisa de más recursos (energía) para metabolizar la proteína que los que necesita para hidratos o grasas.
Además, el exceso se transforma en urea y amoníaco, lo que incrementa el trabajo renal, eleva el consumo de agua y la producción de orina, y puede dar lugar a ese olor fuerte a amoníaco en el box.
Por eso, si se necesita energía para el rendimiento deportivo, lo más eficiente es recurrir a grasas y carbohidratos estructurales.
Pero si no aporta energía de forma eficaz, ¿cuál es entonces el papel de la proteína?
La proteína es esencial para la formación y mantenimiento del tejido muscular, tendones, ligamentos, cascos, pelo y órganos. También juega un papel clave en el sistema inmune y en procesos hormonales.
Los caballos en crecimiento, en alta competición, yeguas gestantes y lactantes tienen requerimientos proteicos más elevados, no por un aumento de la necesidad de energía, sino por la necesidad de reparar y generar nuevos tejidos.
Por ejemplo, un caballo de ocio de 500 kg necesita 540 g de proteína por día, mientras que un caballo de deporte con trabajo (muy) intenso necesita el doble. Incluso los caballos mayores pueden requerir una dieta más rica en proteína, ya que su capacidad digestiva disminuye con la edad y pueden sufrir pérdida de masa muscular.
¿Con forraje de buena calidad es suficiente?
Debería serlo. El forraje constituye entre el 70-80 % de la dieta del caballo, por lo que debería aportar la mayor parte de la proteína necesaria. Pero la realidad en muchas regiones de España es otra.
En una base de datos con más de 1.300 muestras analizadas, un porcentaje considerable presentaba niveles bajos o muy bajos de proteína.
Este tipo de forraje puede ser suficiente para caballos de ocio que trabajan poco, o caballos que están en descanso, pero son insuficientes cuando hablamos de caballos que compiten y de alto rendimiento.
En esos casos, se puede complementar con suplementos ricos en proteína como Pavo ProteinPlus o pellets de forraje de alta calidad como Pavo FibreBeet y otros productos que tenemos en Pavo.
¿Qué hay de los caballos que no se musculan? ¿Es por falta de proteína?
No siempre. La proteína aporta los “ladrillos” para construir músculo, pero no puede superar la genética del animal. Un caballo que genéticamente tiene poca masa muscular no ganará músculo solo por aumentar la proteína en la dieta.
La clave está en ajustar la proteína a las necesidades reales del caballo según su etapa de vida, nivel de trabajo y condición corporal.
Además, muscular depende de que aportemos esos ladrillos, pero también de estimular al músculo a formar “más músculo”. Y esto se hace con ejercicio.
¿Y qué hay del mito de que la proteína produce extremidades hinchadas o laminitis?
Otro error frecuente. Tanto la laminitis como los edemas en extremidades están mucho más relacionados con el exceso de azúcares, como el almidón, que con la proteína.
Por eso debe de preocuparte más la hierba de primavera rica en azúcares (y otros aportes de azúcares y almidón) que una dieta equilibrada y algo más alta en proteína.
Una vez más, el equilibrio y la calidad de la dieta son la clave.
¿Puedes resumir los errores más comunes que cometemos al hablar de proteínas?
Claro, aquí van algunos puntos clave:
- No, las dietas altas en proteína no causan osteocondrosis. El riesgo está en dietas con exceso de energía, no de proteína.
- No, la proteína no es una buena fuente de energía para el rendimiento. Genera calor, no movimiento.
- Sí, los caballos de deporte, potros en crecimiento, caballos senior o yeguas gestación necesitan más proteína, pero por sus funciones estructurales y metabólicas, no por energía.
- No todas las proteínas son iguales: lo importante es su calidad, es decir, su contenido en aminoácidos esenciales.
- No se puede saber si un caballo tiene suficiente proteína solo por su aspecto externo, aunque sí hay signos que pueden hacer sospechar una deficiencia: pérdida de masa muscular, mala calidad del pelo y cascos, edemas o fatiga.
- El exceso de proteína no “calienta” al caballo por sí sola. Si al añadir proteína hay una respuesta de “caballo más alegre”, es más probable que se deba al aumento calórico general de la dieta.
¿Qué consejo práctico darías para ajustar correctamente la proteína en la dieta?
Lo primero es analizar el contenido de proteína del forraje que usamos. Su aspecto externo no es fiable.
Una vez que conocemos ese dato, podemos ajustar el pienso y los suplementos para equilibrar la dieta según las necesidades del caballo.
Conclusión
La proteína es clave en la salud del caballo, pero también una gran incomprendida. Conocer sus funciones y ajustar su aporte a cada situación es esencial para evitar carencias o excesos. Evaluar el forraje, elegir fuentes de calidad y no dejarse llevar por mitos es la mejor forma de asegurar el bienestar nutricional de tu caballo.
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*Quim Clotet Bonsfills Licenciado en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona. Especialista en Nutrición Equina, formado en el Equine Science Program (Texas A&M University). Ha trabajado como European Equine Product Manager en Purina, Agribrands y Cargill, y actualmente es Equine Product Manager en Piensos Pavo y Nanta. |
**Cita del estudio: artículo completo Effects of dietary energy and protein on induction of dyschondroplasia in foals
Savage, C. J., McCarthy, R. N. and Jeffcott, L. B. (1993), Effects of dietary energy and protein on induction of dyschondroplasia in foals. Equine Veterinary Journal, 25: 74-79. doi:10.1111/j.2042-3306.1993.tb04858.x