23 Abril 2019

Salud


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Tos y mocos en el caballo después de un viaje: pleuroneumonía

El transporte de un caballo es uno de los puntos más estresantes tanto para el caballo como para el propietario. Al miedo a las lesiones se unen otras preocupaciones como los contagios, o enfermedades que sabemos que tiene predisposición a aparecer tras el viaje: cólicos, úlceras o procesos respiratorios.

Entre estos últimos se encuentra la neumonía del transporte, que puede complicarse hasta convertirse en una pleuroneumonía.

En el Blog de Pavo hablaremos de la pleuroneumonía equina para que conozcas sus causas y puedas prevenirlas en la medida de lo posible.

La pleuroneumonía del transporte es una enfermedad grave en el caballo, sobre la que hay que actuar rápidamente para poder mejorar el pronóstico. En este proceso no solo está afectado el pulmón, sino que la pleura también, y eso dificulta mucho más la respiración del caballo, así como el tratamiento.

Causas de esta neumonía en el caballo

El sistema respiratorio tiene mecanismos de defensa para eliminar las sustancias extrañas que entran con la respiración. La secreción respiratoria normal, que es un moco fluido, arrastra las pequeñas partículas hacia el exterior, ayudado por repetidos descensos de la cabeza al pastar.

En condiciones normales el caballo vive en el campo o en boxes bien ventilados, pero en el camión hay mucho más polvo ambiental, humedad y temperatura. Si a esto le sumamos la cabeza atada en alto para el viaje, tenemos que el caballo recibe más partículas en el sistema respiratorio y además tiene menos facilidad para eliminarlas.

Añade un tercer factor desencadenante que es el estrés del transporte y su consecuente bajada de las defensas.

Los microorganismos que ya existen en el cuerpo del caballo aprovechan para proliferar y producir la enfermedad. Son bacterias que existen de forma natural y que la inmunidad del caballo mantenía a raya.

Síntomas de la pleuroneumonía

En los comienzos, son similares a otras enfermedades del respiratorio, por lo cual solo el veterinario es la persona adecuada para realizar el diagnóstico diferencial.

En esta enfermedad primero se ve afectado el pulmón y después la pleura. De modo que un diagnóstico precoz puede evitar que la infección llegue a la pleura y el proceso se complique mucho más.

El caballo tiene fiebre, tose y descarga moco. Dependiendo de la gravedad estará más o menos decaído hasta el punto de dejar de comer.

Desde luego, no puede realizar ejercicio pues se fatiga muchísimo.

La pleura tiene dos membranas que recubren el pulmón. Entre ellas, en el llamado espacio pleural, hay vacío. Cuando el caballo abre las costillas en la inspiración, estas tiran de la membrana exterior de la pleura y como hay vacío dentro, a su vez tiran de la membrana interna de la pleura, que a su vez expande el pulmón, por lo que entra aire a los alvéolos.

Si el espacio pleural se llena de líquidos, como pueden ser exudados o pus, el vacío desaparece y esa cadena de estiramientos no se produce: el pulmón se expande mucho menos y entra menos aire. El caballo intenta solucionar esta insuficiencia aumentando en número de respiraciones, que se hacen rápidas y superficiales.

El caballo adopta una postura extraña abriendo los codos para favorecer la ventilación. Tiene dolor, que se manifiesta porque evita moverse, o incluso, si tocamos el tórax, se defiende.

Tratamiento de la pleuroneumonía del caballo por transporte

El tratamiento debe ser prescrito por el veterinario, ya que es un proceso grave y que puede complicarse si no se trata a tiempo.

El veterinario recetará los antibióticos apropiados, y según la dificultad respiratoria, incluso hará una toracocentesis para vaciar el líquido de la pleura.

Probablemente suministre algún analgésico, por el dolor pleural, y suero para mantener la hidratación.

Los caballos con pleuroneumonía tienen mayor predisposición a padecer laminitis o cólicos, así que debes de cambiar la dieta para prevenir estos problemas.


Auscultación del pulmón

Prevención de la pleuroneumonía equina por transporte

El origen principal de esta neumonía del caballo está en la bajada de defensas y en la llegada de bacterias a partes más profundas del aparato respiratorio, de modo que la prevención se basará en evitarlas.

Durante el transporte:

  • Atar la cabeza lo más libre que se pueda sin causar peligro.
  • Paradas frecuentes para que el caballo pueda comer, beber y bajar la cabeza.
  • Proporcionar el heno en las paradas y quitarlo al continuar el viaje, en lugar de suministrarlo en redes durante todo el viaje.

Previamente al transporte:

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